A veces te sientes seguro, lleno de esperanza, y todo parece tan claro; a veces te sientes lleno de dudas, desilusionado, alejado de la vida, abandonado por la Fuente.
Pero entonces comienzas a darte cuenta que ningún pensamiento o sentimiento es permanente, que olas de alegría y tristeza, miedo y felicidad, conexión y desconexión, inspiración y desilusión pueden surgir a través de ti, a veces sin previo aviso; ellas se mueven a través, y se expresan plenamente, y pasan. Y siempre pasan, como estrellas fugaces.
Y entonces te ves a ti mismo como el espacio para todo, el inmenso, inmutable, vibrantemente despierto Corazón donde la traviesa danza de pensamiento y sentimiento es admitida. Te llegas a conocer a ti mismo como la inmensidad de la consciencia misma, y comienzas a abrazar incluso los sentimientos de limitación, que no pueden limitarte.
Si buscas un pensamiento, sentimiento, estado o experiencia permanente,