“No a la nueva guerra contra Irak”, así corearon el sábado miles de estadounidenses contra la política beligerante de su gobierno en el país árabe.
Los actos, organizados por activistas antibelicistas en varias de las principales ciudades de Estados Unidos, como Chicago, San Francisco, Los Ángeles y Nueva York, tenían como fin protestar contra cualquier posible intervención militar de este país en Irak.
Desde el 10 de junio, integrantes baasista-takfiríes del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que tomaron una parte de las zonas norteñas de Irak en una rápida ofensiva, cometen continuos crímenes contra los residentes de esta región.
Los militantes, también, mantienen pleno control sobre un principal paso fronterizo entre Irak y Siria.
EE.UU. ha enviado 300 profesionales de su Armada y su Ejército al país
árabe, con el objetivo de evaluar el poder castrense de las fuerzas iraquíes, y allanar el terreno para una futura visita de más expertos norteamericanos, según declaran.
Mientras tanto, los activistas que desconfían de las medidas de Washington por anteriores experiencias, declaran que el envío de asesores militares puede ser el preludio de una guerra a gran escala como lo era antes de la guerra de Vietnam.
“El presidente Kennedy, también, dijo por aquel entonces que estaba enviando asesores militares a Vietnam, y cuando esos 300 asesores militares en Irak no puedan cambiar el panorama de acuerdo con el interés de la Administración de Obama y el Congreso, que quiere ver una mayor involucración castrense, habrá más solicitud de participación militar, más tropas y más bombardeos”, dijo Mara Verheyden-Hilliard, directora ejecutiva de la Asociación para la Justicia Civil, una de los organizadoras de las protestas en Washington, DC.
Los manifestantes insistieron en el derecho irrevocable de los iraquíes de tener una oportunidad para reconstruir su sociedad, sin la amenaza de una intervención militar del Gobierno de EE.UU., “ahora que se han alzado en armas para ayudar al Ejército en la lucha contra los terroristas”.
También condenaron al Gobierno estadounidense por intentar sacar partido a favor de su propio negocio de armas, mediante el envío de personal militar y material de guerra a Irak.
Advirtieron que esta decisión no solo no era un movimiento humanitario para ayudar a los iraquíes, sino un movimiento imperialista y capitalista que se estaba llevando a cabo con el fin de beneficiar a una minoría en la sociedad estadounidense.
http://www.periodismoalternativo.net/2014/06/22/miles-de-estadounidenses-dicen-no-a-la-nueva-guerra-contra-irak.html
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